En el proceso irreversible del paso de los años y el declive general que trae consigo, la forma en que afrontas los signos que suponen a nivel físico, emocional, hormonal, incluso social, tiene más importancia de la que puedas imaginar.
Los avances médicos y la realidad comprobada han demostrado que hacerlo desde todos los frentes a la vez, con un enfoque holístico, de forma complementaria y coordinada, sin ignorar ninguna de las partes, consiguen los mejores resultados y los mayores beneficios para la salud general de los pacientes y su calidad de vida.
A modo general, se trata de encontrar un equilibrio entre salud interior, junto a belleza y salud exterior. Con una alimentación de calidad adecuada a nuestras circunstancias vitales y personales, mantenemos nuestra salud interior, evitamos su envejecimiento porque no dejamos que se cronifiquen problemas que con los años serán enfermedades, que se acumularán y serán difíciles de tratar a la vez, cuando además la edad no nos acompañe. Con las mejoras de los tratamientos médico-estéticos prevenimos incidencias y preservamos nuestra belleza natural, la salud de nuestra piel, de sus tejidos.
El conjunto de ambos cuidados, el enfoque holístico para afrontarlos, agranda el alcance de los beneficios para nuestra salud. Es la mejor forma de abordarlos en una sociedad donde la esperanza de vida ha aumentado respecto a décadas atrás y seguirá aumentando de forma considerable. Porque la clave será vivir mejor, con más calidad de vida, cuando está comprobado que se va a vivir más.